Mi primer paso fue muy sencillo: saqué los 600 € para gastos del supermercado y los metí en un sobre...sólo eso aunque me parecía mucho ya.
Pero entonces me vino otra idea a la cabeza:
¿Y por qué no también con los gastos previstos en el año? esos pagos que no llegan cada mes, si no que una vez al año, pero que siempre acaban pillándote por sorpresa.Se lo comenté a mi marido. Su respuesta fue clara:“Haz lo que quieras.”Él prefiere pagar todo con tarjeta. Lo del efectivo no le ha funcionado bien porque, como él dice, le cuesta llevar dinero en la cartera y le molesta saber que está limitado. Para no discutir más de lo que ya discutimos (😅), llegamos a un acuerdo:Él paga sus meriendas y pequeños gastos con tarjeta, y del resto me encargo yo.
Lo que descubrí al tocar el dinero
Mes a mes, he ido viendo algo precioso: el dinero está más controlado y eso se ve claramente reflejado en el ahorro. El hecho de ver el dinero, tocarlo, palparlo… te hace mucho más consciente de cuándo te desprendes de él, muchísimo más que cuando pasas una tarjeta por el lector (un gesto rápido, casi automático, pero peligrosamente invisible). No hay duda: el método de sobres me ha devuelto la calma...y todo empezó con una intuición... y un vídeo que no me soltó. Ahorrar ya no es difícil.✨ Esto solo fue el principio...💛 Seguiré contándoos más detalles en mi próximo relato.